sábado, febrero 03, 2007

ADELANTE CANCILLER

Ante la constante presión de los medios de información chilenos acerca de cómo percibía el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia el restablecimiento de vínculos diplomáticos con Chile, truncados hace 28 años, el canciller David Choquehuanca precisó durante la tercera reunión de cancilleres de la Comunidad Sudamericana de Naciones que tuvo lugar en Santiago de Chile el pasado mes de noviembre, que el país estaba trabajando con absoluta prioridad en el tema, dadas las condiciones favorables entre ambos Estados y la buena disposición de los gobiernos para la puesta en vigor de un programa de acercamiento efectivo; aunque señaló que las conversaciones debían llevarse con calma, sin apresuramiento, pues un asunto de tan alta sensibilidad diplomática merecía un lapso de negociaciones mayor en vista de que el presidente Evo Morales se encontraba en ejercicio de su mandato tan sólo diez meses, y, es lógico agregar, por un hecho similar de su par chilena Michelle Bachelet.
Si bien desde mediados del año pasado ambos países decidieron impulsar una agenda de trabajo de 13 temas, entre los que se incluía el tema marítimo, Choquehuanca puntualizó que el camino de diálogo entre Bolivia y Chile se hallaba en una fase preparatoria, cordial y satisfactoria, trabajando con la mira puesta en el punto uno de la misma, referido a la confianza mutua, haciendo énfasis en que ésta debe asomar como condición sine qua non y categórica dentro de los ulteriores programas de negociación. Sin duda que ello, de una vez por todas, debe ser así, pues la historia revela que en las ásperas conversaciones bilaterales que el hervidero de gobiernos bolivianos ha entablado con Chile, se ha percibido invariablemente una atmósfera de recelo y justamente de desconfianza mutua, en que las posiciones encontradas no cedían ante posturas a la defensiva o agraviantemente ofensivas, o bien tan simplonas como la asumida hace no mucho por un presidente transitorio que anunció no entregarles ni una molécula de gas mientras no hubiera visos de solución al conflicto marítimo, y encarando atrevidamente al ex mandatario chileno
Lagos en una cumbre presidencial.
La actitud del canciller Choquehuanca goza de sentido común y, al parecer, refleja el pensamiento del gobierno en este laberíntico problema, aunque siempre es complejo descifrar el comportamiento de los líderes de nuestro país, máxime si su retórica muda de un momento a otro, fiel a la idiosincrasia engañosa de regímenes de corte populista, tal como pregona ser la administración que actualmente detenta el poder.
Sin duda alguna que el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, no quitando los ojos de encima en que Chile sufre una alarmante carestía de gas, empleará todo recurso diplomático a su alcance para que a partir de aquella confianza mutua, logre a corto o mediano plazo la reanudación de relaciones diplomáticas, en la medida en que ahora es el momento urgente para la venta de este carburo en condiciones beneficiosas para la economía boliviana, máxime si el entremetido y aventurero presidente venezolano ha acordado en los últimos días con el presidente Lula el emplazamiento de un gasoducto que unirá a ambas naciones para el año 2010 aproximadamente; lo cual, si Bolivia sigue con la política del candado, acarreará la pérdida del mercado brasileño, también del argentino, y naturalmente que Chile verá en ese plan una verdadera tabla de salvación para su inquietante problema, aunque insoluble por el momento.
El invierno, aunque parece estar lejano todavía en Chile, está sin embargo ad portas. Es la gran oportunidad del canciller boliviano para desmarcarse del ánimus chauvinista, y acercarse al canciller chileno
Foxley. Las mejoras para Bolivia y Chile, en caso de que las conversaciones se conduzcan por un camino llano y de absoluta sinceridad, podrían llegar a logros hasta ahora insospechables. Es la gran oportunidad de hacer patria para ambos, y de la más benéfica. No aquella caracterizada por el populismo mentiroso y exacerbado, o por la porfiada intransigencia. ®

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