miércoles, enero 24, 2007

"SÉGO", LA MUJER MARAVILLA

Mesurada, juiciosa, pero al mismo tiempo con un estilo modesto que aparentemente le impide descorrer la cortina de un programa de gobierno seguro, y con apariciones públicas esporádicas pero altamente seductoras, Ségolène Royal, la ex ministra socialista de François Mitterand y Lionel Jospin, sin pretender monopolizar el escenario –peculiaridad que la ha mantenido siempre al margen de la palestra política-, se ha convertido no obstante en la figura mimada del electorado francés.
Apenas empezada su campaña, esta mujer senegalesa, criticada por su estilo suave y cauto, ha tenido que sufrir los embates de sus competidores del propio PS, verdaderos pesos pesados trenzados en una lucha interna encarnizada para conquistar el favor del conjunto de electores francés. Pero esos ataques han dado como resultado el efecto contrario: Mme Royal, de la noche a la mañana, se ha situado vigorosamente en el primer plano de la contienda en filas del PS. Así, según recientes sondeos de
Le Parisien, el 48 por ciento de los electores socialistas la prefieren a ella antes que al ex ministro de Cultura Jack Lang, que a Dominique Strauss-Kahn, que a Laurent Fabius, que al siempre carismático Lionel Jospin, y que a François Hollande, máximo dirigente del partido desde hace siete años, y, algo inédito, esposo de “Ségo” y padre de sus cuatro hijos. Exceptuando naturalmente a este último, los otros cuatro en carrera, armados de una rancia trayectoria política, han arremetido contra ella calificándola de novata y “muñeca Barbie de la política”; pero ella, con su habitual temperamento sereno, se ha limitado a decir: “Soy la fuerza tranquila sonriente (recordemos que ´fuerza tranquila´ fue el eslogan empleado por Mitterrand en 1981 para capturar al electorado) y no tengo la intención de improvisar. Cuando llegue el momento estaré lista”. Se trata en consecuencia, entre los candidatos del PS, de la figura con las mayores probabilidades para derrotar a los adversarios que terciarán en las próximas elecciones: el actual jefe de gobierno, Dominique de Villepin, pero sobre todo el consentido de la alta sociedad francesa, el ministro del Interior Nicolas Sarkozy; aunque el porcentaje de preferencia del electorado entre éste y Mme Royal se ha estrechado considerablemente en los últimos días, situándose ambos en las encuestas con una diferencia de uno y medio a dos puntos (siempre tomadas aquéllas con beneficio de inventario, dado el cambio de postura de los electores al momento mismo del sufragio, tal como ha ocurrido en muchos países donde los grandes apostantes políticos han obtenido abundantes beneficios a costa justamente de la volubilidad de los sufragantes). Pero si a la hora de la verdad los sondeos fueran certeros, esta mujer de 52 años, “de cara fresca y sin maquillaje, sin arrugas ni lifting”, como así la ha descrito una analista, podría ser la primera mujer en Francia en ocupar “el sillón supremo de la República”, echando por tierra el rígido conservadurismo de la sociedad francesa frente a la acción política femenina.
Nota.- Este artículo fue escrito antes de la elección de Ségolène Royal como candidata del Partido Socialista en las elecciones internas de noviembre de 2006. "Ségo" se impuso con más del 60% de la votación. ®

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